Sin duda este verano, va a ser diferente y lo vamos a recordar durante mucho tiempo. Todavía con la pandemia del coronavirus presente, vemos como nos vemos obligados a cambiar nuestras costumbres o hábitos, especialmente los de verano. Por ello las visitas a la playa o la piscina este verano serán algo diferentes y los controladores de acceso y socorristas tendrán más trabajo e importancia que nunca.
Granada y Málaga pasaron ayer de Fase a la 2, y el resto de España no tardará mucho en avanzar a esta fase. Y es que el Gobierno ha publicado en el BOE (Boletín Oficial del estado) la regulación referente al acceso de playas y piscinas que entrará en vigor a partir del día 18 de Junio.
En resumen, toda persona podrá acceder al recinto, pero siempre respetando el aforo máximo que será de un 30% sobre el aforo completo. Además, será necesario concertar cita previa para organizar diferentes turnos de acceso y una limpieza exhaustiva de aseos, vestidores, rejillas, taquillas, complementos para la natación etc.
En definitiva, la actividad de las piscinas será fundamental este verano, por ello hay que garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias pero también las de seguridad. Los socorristas, al igual que cada año, tendrán un papel especialmente importante. Y los controladores de acceso también.
Serán los encargados de vigilar que se cumplan las medidas estipuladas y los que garanticen la seguridad íntegra de usuarios y bañistas.
Aún no se sabe exactamente qué medidas de acceso implementará el Gobierno a las playas de la costa, sin embargo, hay un dato claro. Mucha menos gente podrá acudir a refrescarse a las playas por lo que las piscinas comunitarias y municipales van a tener más importancia que nunca para combatir el calor veraniego.
Las primeras medidas que se están planteando es la ampliación del horario de atención, abriendo sus puertas a las 9 de la mañana y cerrando a las 23 horas de la noche. Por supuesto, habrá limitaciones de aforo y deberán cumplirse las recomendaciones de higiene y la distancia mínima interpersonal.
En contra de lo que opinan muchos usuarios y vecinos, las piscinas se convierten en uno de los espacios más seguros en este verano, ya que el poder desinfectante del cloro aniquila el virus y detiene los contagios. Por ello, se plantea como una alternativa a la playa para tener en cuenta muy seriamente.
No sólo por la menor probabilidad de contagio, sino porque resulta mucho más fácil controlar el aforo o la afluencia de público en recintos cerrados. Además, los controladores de acceso tendrán que hacer una labor hercúlea para controlar las personas que acceden a las playas mientras que en piscinas, es obligatorio pasar por puertas de acceso y abonar la entrada correspondiente. «Socorristas y controladores de acceso en las urbanizaciones «Los encargados o administradores están preocupados porque creen que las comunidades no podrán cumplir las imitaciones por falta de recursos o herramientas. En la mayoría de las comunidades no disponen de conserjes o controladores de acceso para supervisar que no se supere el 30% del aforo y evitar grandes sanciones económicas para la comunidad de vecinos.
Será absolutamente fundamental reservar con cita previa y vía telefónica por ello la labor del controlador y del vigilante serán necesarias para garantizar la salud y la tranquilidad de los vecinos.